
Una dieta antiinflamatoria puede ser de gran ayuda para complementar el tratamiento de distintas condiciones de salud que agravan con la inflamación crónica.
Algunas de las afecciones que cursan con inflamación son:
- Esofagitis.
- Enfermedad inflamatoria intestinal.
- Enfermedad de Crohn.
- Síndrome metabólico.
- Artritis reumatoide.
- Tiroiditis de Hashimoto.
- Psoriasis.
- Lupus.
- Asma.
Por lo tanto, si quieres resolver problemas digestivos u otras patologías asociadas a la inflamación, aquí te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la dieta antiinflamatoria.
¿A qué nos referimos al hablar de «inflamación»?
La inflamación es el mecanismo en que nuestro organismo responde a una lesión, infección o patología. En estos casos, la inflamación está presente a lo largo del proceso de curación y se reduce a medida que se va solucionando el inconveniente de salud.
Por otro lado, cuando se manifiesta una inflamación crónica, que continúa a lo largo de un extenso período de tiempo, estamos frente a una situación más compleja que podría conducir a la aparición de distintos problemas de salud.
Motivos por los que tu cuerpo podría tener una inflamación crónica
Uno de los motivos por los que puede presentarse una inflamación crónica es la obesidad. En este caso las células grasas excedentes fomentan modificaciones en las hormonas y en el sistema inmune, desencadenando una inflamación generalizada. Por lo tanto, resulta esencial considerar la importancia de una dieta antiinflamatoria.
Otras razones por las que podría aparecer una inflamación crónica son:
- El tabaquismo.
- El alcohol en exceso.
- Las patologías autoinmunes, como por ejemplo la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico.
- Una infección crónica, como la hepatitis B o el VIH.
- La persistente exposición a compuestos tóxicos.
- El estrés continuo.
A medida que transcurre el tiempo, la inflamación crónica podría incrementar la predisposición a afecciones del corazón, cáncer, EPOC, diabetes, artritis, entre otras.
Frente a esto, una alimentación antiinflamatoria podría ser efectiva para disminuir el riesgo de patologías relacionadas a la inflamación crónica. Algunos alimentos que suelen formar parte de una dieta antiinflamatoria son las nueces, las grasas saludables, las verduras y las frutas.
¿Qué alimentos se deberían incluir en una dieta antiinflamatoria?
Un plan de alimentación antiinflamatorio debe ofrecer una amplia variedad de antioxidantes, aportar una óptima cantidad de nutrientes y contener grasas saludables.
Algunos de los alimentos que ayudan a reducir la inflamación son:
- Verduras crudas o ligeramente cocidas, incluyendo el brócoli y la espinaca.
- Frutas, incluidas las fresas, los arándanos y las moras.
- Nueces, almendras y semillas.
- Aceite de oliva, ghee y aceite de coco.
- Pescado azul.
- Frijoles y lentejas.
- Jengibre y cúrcuma.
Es importante aclarar que no alcanza con incluir un sólo alimento, sino que lo que realmente importa es consumir variadas opciones sanas día a día.
Por otra parte, cuanto menos procesadas sean tus comidas mejor, ya que el procesamiento suele modificar el valor nutricional de los alimentos. Asimismo, trata de variar el color de las frutas y verduras que comes a diario.
¿Qué alimentos se deberían evitar en una dieta antiinflamatoria?
Si deseas cuidar tu salud y seguir una alimentación antiinflamatoria debes restringir el consumo de:
- Comidas procesadas.
- Grasas o aceites no saludables, como por ejemplo, el aceite de girasol, las mezclas de aceite, el aceite de canola, de maíz o de soja.
- Comidas con elevado contenido de azúcar.
- Bebidas alcohólicas.
- Panes, pastas y muchos otros alimentos horneados con alto contenido de hidratos de carbono.
De forma adicional, en una dieta antiinflamatoria puede ser de gran ayuda limitar la ingesta de:
- Verduras solanáceas: en este grupo de plantas podemos encontrar a las patatas, los tomates, los pimientos y las berenjenas. A pesar de que la evidencia existente es reducida, estas verduras podrían desatar brotes en quienes presentan enfermedades inflamatorias. Puedes evaluar si tu sintomatología mejora cuando dejas de consumir estos alimentos por unas dos a tres semanas.
- Alimentos con gluten: consumir gluten podría desencadenar una respuesta inflamatoria en ciertas personas. Sin embargo, una alimentación libre de gluten no siempre es la indicada. Ahora bien, si crees que el gluten te está causando determinados síntomas, puedes evaluar la posibilidad de sacarlo de tu dieta durante un período de tiempo para observar si presentas mejorías.
- Hidratos de carbono: Por más de que los carbohidratos sean sanos, una dieta rica en este grupo de alimentos puede ser inflamatoria en algunos casos.
Recomendaciones adicionales
Dependiendo de la alimentación que usualmente tengas, podría llegar a ser un gran desafío avanzar hacia un estilo de vida más saludable. De todas formas, las siguientes recomendaciones te ayudarán a alcanzar un estilo de vida más saludable:
- Sustituye de manera gradual las comidas rápidas por preparaciones caseras saludables.
- Selecciona distintas frutas y verduras cada vez que vayas a hacer las compras semanales.
- Reemplaza las gaseosas o refrescos y cualquier bebida azucarada por agua filtrada.
- Haz alrededor de media hora de actividad física moderada diariamente.
- Ten una buena rutina de sueño. De lo contrario, podría agravarse la inflamación.